¿Qué ves cuando me ves?

“¿Quieren  fama? Pues la fama cuesta y  aquí

es donde comienzan a pagarla con sudor“

Así comenzaba Fama, una de las series más recordadas de los años 80, con la que muchos crecimos y con la que millones de personas en todo el mundo se sintieron identificadas con sus personajes y sus dificultades.

Centrada  en la vida de un grupo de jóvenes cuyo sueño era el de triunfar en el mundo del espectáculo como actores, músicos y bailarines. Este grupo asistía a la Escuela de Arte de Nueva York con la esperanza de llegar a ser los mejores en su campo.

También se revelaba la importancia de la amistad entre sus personajes, y sus relaciones con los diferentes profesores, combinando pensamientos y estilos intergeneracionales  otorgando a Fama, los diferentes puntos de vista de la vida y sus problemas de los jóvenes y los no tanto.

En  simetría, un paralelismo con lo sucedáneo en Facebook,  donde millones de usuarios, de personas se identifican con los otros, sus pares, con sus problemáticas, sus vidas, trabando relaciones amistosas  y cuya  intención, ciertamente  desde el inconciente, es  alimentar su  ego, exhibiéndose en la Gran Vidriera- Gran Pantalla de la red social, cuya moneda de  cambio es la pérdida de privacidad. -Ver entrevista a Juan Faerman, escritor, guionista y autor del libro Faceboom-

Allí, la especularización de la realidad a  través de la vida 2.0 donde desde la pantalla nos relacionamos, vivimos, sentimos, nos desahogamos, observamos, somos  observados,  reflexionamos. Sobre esta misma línea, Bauman escribe:

Hombres y mujeres buscan grupos a los cuales pertenecer, con seguridad y para siempre, en un mundo en el que todo lo demás se mueve y se desplaza, donde ninguna otra cosa es segura” (2003. p.182)

Escenas  familiares, sociales, intimas, privadas, subidas a Facebook, fenómeno de masas integrado mundialmente por una comunidad de mas de 500 millones de  usuarios unidos en red a  nivel planetario.   

Qué ves  cuando me  ves?

O qué observa quien observa Facebook?

La fama 2.0; esa  sensación de pertenencia a un mundo donde todos son mirados, admirados, exhibidos, observados, observadores, admiradores a la vez que  voyeurs. Fama sin límites. ¿Limitante?

Todos, los que pertenecemos al mundo Facebook, en alguna medida, estamos exhibidos como objetos en un escaparate, donde nuestros “fugaces compradores” (objetos exhibidos por igual) nos miran, nos hablan, nos”dan un toque”, nos dicen que “les gusta”, nos visitan, nos “envían un mensaje privado” o “una solicitud de amistad” o quizás “asisten en otro momento” porque “están en una relación” o  “pertenecen a un grupo”.

Se dice que la cámara modifica actitudes, las transforma, moldeándolas con un único fin. Agradar, pertenecer, llegar al otro.

Esa especie de fascinación presuntuosa cuyos componentes duales, mirar y ser mirado / protagonista y espectador, tienen la capacidad de jugar en la ambivalencia inclinando la balanza permanentemente de un lado al otro.

Los  usuarios de Facebook son los mediáticos de los 90´s?

Al parecer, parte del mecanismo que  moviliza a conformar las  ligas de una red social es la falta o carencia de pertenencia al mundo mediático, televisivo, del espectáculo o  lisa y llanamente, la  falta de comunicación en el mundo real. - Ver entrevista a Juan Faerman, escritor, guionista y autor del libro Faceboom-

Puede observarse que pocos mediáticos, actores o periodistas poseen un perfil en Facebook. Ver faerman

Quienes lo detentan, son sus grupos de fans o “entidades paródicas” (léase “falsos perfiles”) es decir, personas que se dedican a la provisión  de avatares ilusorios que simulan ser el actor en cuestión.

El avance de la tecnología y la globalización han hecho posible el acceso sin limites a una cámara  (fotográfica, web cam, iphone, celular, de  video, etc), impensado en los años 90.

Esto permite poner a disposición una posibilidad vedada hasta el momento a millones de personas. Poder mostrarse ante una cámara a cómo dé lugar. Ser parte. Tener protagonismo. Satisfacer el ego. Hiper-exponerse. Buscar la aprobación ajena, del otro. Buscarse, agradar, pertenecer, ser aceptado, querido. Tenido en cuenta. Al respecto Capdevilla Dominguez D., 2010, vol. 33 (Pág. 45-68) en su artículo Las Redes Sociales. Tipología, uso y consumo de las redes 2.0 en la sociedad digital actual, propone  la  siguiente cuestión respecto del ego.

“Por último, las redes sociales son un buen medio para compartir parte de nuestra individualidad y experiencia. El hombre de este siglo necesita personalizar todo en búsqueda de su identidad. Por eso hacemos avatares, modificamos los iconos de los sistemas operativos, variamos los botones y la apariencia de nuestros navegadores o simplemente redactamos un blog compartiendo pensamientos y opiniones mientras buscamos o reafirmamos nuestra identidad. La red permite que el ego del que se muestra crezca, a través de un blog o de las redes sociales.” 

La posibilidad de moldear una nueva personalidad, adaptada  a los ojos del otro, mostrando solo lo que queremos que se vea de nosotros. La mejor de las fotos, videos, situaciones de la vida. Animarse. Ser aprobado por el entorno. Un nueva oportunidad? Cáceres, M., Ruiz J., y Brändle G (2009, p.219)   definen este tema de la siguiente  manera:

 “Es en este espacio de socialización real/virtual, en donde se juegan la necesidad  de seguridad y de aceptación, el miedo al rechazo, la propia imagen, lo que se cree ser y lo que se desea ser, que hoy se negocian – virtualmente – a partir del anonimato, de múltiples identidades, de identidades inciertas o quizá soñadas. El anonimato visual permite jugar con un yo polisémico, actuar como distintos personajes y graduar el nivel de compromiso que el sujeto asume en el encuentro con el otro.”

La construcción de sentido

Algunos reconocen que en la red, pocos o nadie exhiben sus miserias. Como si pertenecer a Facebook  tuviese sus privilegios.  Los usuarios ostentan sus viajes, sus reuniones sociales, sus amigos, observándose, en líneas generales, una especie de inexistencia de la soledad, las quejas, las perdidas de empleo, la enfermedad. Al parecer, se  competiría, de manera subrepticia, por la  obtención de mejor fortuna en la vida. Quien tiene los mejores hijos, un vehiculo, un titulo  académico, un buen matrimonio, la felicidad plena por estar como se está.

Generándose así un  espacio de relación con propuestas de corte social conformando grupos y compartiendo cierta intimidad con lejanos pares. Como lo señala Juan Balbi (2004) (p. 315)

“el tiempo humano es siempre algo narrado, así como las narraciones son reveladoras de la condición temporal de la experiencia subjetiva.”

Es decir, que la experiencia subjetiva, puesta en el orden temporal, siempre es narrada y la narración no puede sino estar atravesada por lo temporal”.

Facebook es una nueva forma de pensar lo social en el mundo digital?

Qué  son las  redes  sociales?

Sospechamos que la  falta de políticas en materia de  comunicación, el mundo cada vez más frenético, inseguro, sin tiempo, reprime la posibilidad de relacionarse con el otro surgiendo así espacios  de  encuentro alternativos, las redes  sociales. Ver Carlos Lozares,(1996), 104 Papers 48, La teoría de redes sociales, Universitat Autónoma de Barcelona. Departament de Sociología. Bellaterra (Barcelona). Spain, [recuperado 20-05-2011] de  http://www.raco.cat/index.php/Papers/article/viewFile/25386/58613

Las Redes Sociales pueden definirse como un conjunto bien delimitado de actores -individuos, grupos, organizaciones, comunidades, sociedades globales, etc.- vinculados unos a otros a través de una relación o un conjunto de relaciones sociales.

A  su vez, desde el punto de vista tecnófilo, Vayreda plantea en su e-communitas que no existirían grandes diferencias entre comunidades y relaciones online y offline:

“Las comunidades de Internet no están tan alejadas de las offline; lo que ocurre es que la mediación tecnológica está presente de forma más evidente.” (Vayreda, A. 2001. p.4) agregando que las relaciones online reproducen lo que ya se daba en las relaciones offline, es decir, que son equiparables y que no representan un tipo de relación distinta. La importancia de esta evidencia radica en que sitúa de otra manera la posibilidad de llevar relaciones virtuales, rompe con el mito de que algo del ser humano se pierde.”

A modo de conclusión

Millones de comentarios, ideas, pensamientos, transitan la red Facebook, observándose en ello que la mayoría de las veces, carecen de contenido.  Vaciamiento de las  palabras. Un fenómeno mas  dentro del fenómeno Facebook?

Es  conocida la  contradicción de llamar  “amigo” a alguien que no hemos visto jamás, exhibiéndose por  centenares en cada  página.

Hacer visible que Carlos “está en una relación” si poder precisarse si se encuentra de  novio, haciendo amistad con alguien o simplemente dialogando, interpretándose por ello que  siempre que  exista una ida y vuelta en la  comunicación, las personas se están “relacionando” .

Enunciar “asistiré” a  determinada propuesta de un evento cuando seguramente, , no lo recordaremos, no tendremos tiempo o tal vez, no nos interese. Falta de compromiso. El desencanto de la palabra favoreciendo, ponderando la imagen o la estética.

Sería conveniente, quizás, aprovechar la extraordinaria oportunidad que nos  brinda Fabebook para revitalizar y revalidar la comunicación, la palabra, comprometiéndonos así a llenar de contenido todo aquello que decimos, reivindicando el inmenso poder que  ofrece este medio de  comunicación masiva.

Una revolución comunicativa, desde el mas profundo fuero interior.

La  posibilidad de revolucionar/nos desde nosotros mismos promoviendo el cambio/compromiso del verdadero valor de la comunicación. El  grandioso valor  que posee la palabra bien empeñada.